24 de febrero de 2015

Tolkien (IX) - De los Medio Elfos (bis)

Ya sé que hablé de este mismo tema en la última entrada, pero lo cierto es que me quedé con la sensación de que sólo había tocado la superficie del asunto y quería profundizar un poco más en él, sobre todo por la parte "fantástica" que mencioné la última vez. Porque una cosa es que sólo hubiera habido tres uniones entre Eldar y Edain... y otra cosa es el por qué (más allá de "porque Tolkien así lo quiso", claro).

Si lo pensamos fríamente, es, cuanto menos curioso, semejante alejamiento marital entre dos (llamémoslas) razas tan afines, ya que la propia historia de cada una de las uniones (y de la historia en general, ya que ambos pueblos somos "Hijos de Ilúvatar") ya nos demuestra que ambos pueblos son genéticamente compatibles (Beren y Luthien tuvieron a Dior, Tuor e Idril tuvieron a Eärendil, y Aragorn y Arwen tuvieron a Eldarion). Estamos hablando de que dos "especies" distintas pueden tener descendencia perfectamente válida (no como en el caso de las mulas, valga la comparación, que son mezclas estériles de yegua y burro), y que a pesar de su proximidad, sólo dieron lugar a las tres uniones antes mencionadas.

Una de las incognitas al respecto a la que siempre estuve dándole vueltas en la cabeza, antes de reparar en esa "cláusula" en la que Tolkien indica expresamente que sólo hubo esas tres, es que los protagonistas de dichas uniones son todos de la nobleza (tanto por estrato social como por clan élfico), y por lo tanto, sus vidas son de todo menos vulgares. Dicho de otra forma, ellos fueron famosos en su época, por lo que dichas uniones fueron todo un acontecimiento social digno de pasar a los anales de la Historia. Pero (y aquí es donde empezaban mis divagaciones), si tuviéramos en cuenta lo expuesto en el párrafo anterior, ¿No sería factible que un Hombre/Elfo y una Mujer/Elfa "comunes" hubieran podido tener descendencia y, dado su nivel social, haber pasado completamente desapercibido? Así a bote pronto, sería de una lógica aplastante. Y eso sin mencionar cualquier otro método que se alejara tangencialmente de una unión de mutuo acuerdo, por supuesto.

Sin embargo, hay un par de cuestiones que complican un poco esta ecuación y que hacen, en cierto modo, que todo vuelva al "Canon de las Tres Uniones" del principio.

Una cuestión es la racial, púramente dicha. Los Elfos de la Tierra Media se dividían, principalmente (pero no exclusivamente), en dos clases: Noldor y Sindar, siendo los primeros los que tenían una relación más abierta con los Edain. Sin embargo, a pesar de esta familiaridad, los Noldor tenían una cultura bastante racista, en el sentido de que se sabían diferentes (y superiores) a los Edain, a quienes, aunque respetasen profundamente por ser Hijos de Ilúvatar al igual que ellos, no dejaban de tratar con cierta "condescendencia" ("los llegados después", "los seguidores", "los enfermizos", "los de mano torpe" son sólo una muestra de los calificativos con los que se referían a los Edain). Esto hace bastante evidente que, a priori, a ningún Noldo (Elfo o Elfa) que se preciara le atraería tanto un Edain como para unirse a él o ella y tener descendencia. Y, por su parte, los Sindar tendían a ser tan reservados que, directamente, apenas tenían contacto cotidiano con los Edain. Al menos, no lo suficientemente cotidiano como para dar lugar a una unión así. Y de los Elfos Silvanos ya ni hablamos.

Por último, entraría en juego la teoría menos romántica, la de la violación. Pero aun esto sería altamente improbable que sucediera, ya que para empezar, ambas razas son tan afines entre sí (recordemos el toque de Ilúvatar en todo esto), que tienden a la comprensión y el afecto antes que al odio, elemento imprescindible para una acción semejante. Y aun en casos extremos, como el de Hombres afectados por la Sombra (que fueran corrompidos por Morgoth, o incluso por Sauron, en épocas posteriores), la mentalidad de esa gente era tan terriblemente supersticiosa hacia los Eldar, que la necesidad de matarlos imperaba ante cualquier otro tipo de impulso.

Todo esto, como decía antes, hace que volvamos al principio. La propia Historia se justifica a sí misma y hace que, si bien no sería imposible que se produjeran uniones "menores" entre Eldar y Edain, sí que fueran áltamente improbables, llegando a un punto en el que las tres uniones que se dieron podrían incluso considerarse como predestinadas. Así de grande es la mágia de Ilúvatar... y de Tolkien.

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