Da igual lo mucho que insistan nuestros dirigentes en que hay que cuidar y mimar lo que ellos han dado a llamar "la Marca España". España mola y el mundo tiene que saberlo sí o sí. Pero da igual lo mucho que lo intenten, insisto, o cómo lo intenten, porque al fin y al cabo, va a haber cosas que no cambiarán nunca. No sé si por desidia de esos mismos que pregonan "la Marca España" como si fuera la solución a todos nuestros problemas y perdón a todos nuestros pecados o, como yo me temo, por pura ignorancia de esas mismas gentes, pero hay cosas que no cambian. Porque en casa seremos lo más y mejor, y nos sorprenderemos de que el resto del mundo no se dé cuenta de ello, pero esto es así, entre otras cosas, porque no tenemos ni idea de cómo vendernos de cara al exterior, ni tan siquiera en lo más básico. Los españoles somos cojonudos, sí, pero por ejemplo, para Sudamérica no dejamos de ser "los conquistadores".
¿A qué viene todo esto? Pues por dos motivos principales. Por un lado, somos famosos en el mundo por haber "inventado" el Santo Oficio de la Inquisición.
Y no deja de ser gracioso, ya que denota la ignorancia que hay al respecto. Pero también es preocupante, porque denota que los españoles tampoco sabemos cómo defendernos al respecto, ni tan siquiera desde las esferas que deben defendernos. Para empezar, la Inquisición, para abreviar, no se "inventó" en España, sino en Francia en 1184 para combatir a los Cátaros, y se siguió practicando a todo lo largo y ancho de Europa, con más o menos "efectividad", hasta entrado el siglo XX. Sí es cierto que en España tuvimos la figura de Fray Tomás de Torquemada, pero este santo varón no apareció en escena hasta 1483, trescientos años más tarde. También Portugal tuvo su propia Inquisición, e incluso los Estados Pontificios, amén del resto de países europeos, como digo, aunque fuera a escala algo menor. Es más, por muy sangrienta que sea la fama de la Inquisición Española, no lo es menos la de la Caza de Brujas que se dio en Estados Unidos en el siglo XVII, cuando aun no eran más que meras colonias británicas, y que también tuvieron una fuerte connotación inquisitorial... oh, pero claro, ellos sólo eran ingleses y extremadamente puritanos, pobrecicos míos. Ellos solo fueron víctimas de sus propios miedos y prejuicios, así como de su ignorancia y mojigatería, así que, ¿Para qué molestarles más con tonterías como la masacre y persecución de cientos de personas por falsas acusaciones o chismes sin fundamento, cuando no por puros celos y envidias? Además, fueron ingleses y ahora americanos, así que son los buenos de la película. Se vieron "obligados" a elegir un mal menor en defensa de sus santísimas libertades.

Sólo diré dos cosas para terminar: Primero, ¿Os acordáis de la película "El Último Mohicano"? A los que la hayáis visto, ¿Os acordáis de qué iba la película y por qué era el último de los mohicanos? Y digo más, ¿Visteis por ahí, acaso, a algún español? Pues eso; Y segundo: El nombre original de Nueva York era Nueva Amsterdam, y aparte de que la leyenda cuenta que los holandeses les compraron Manhattan a los Lenape por 24 dólares, se puede ver que, en cuestión de pocos años, la población indígena de la zona descendió de 5.000 a 200 personas.
Pero luego los malos somos nosotros, claro. Si es que no sabemos vendernos...
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