14 de mayo de 2010

Atlético de Madrid 2 - 1 Fulham


Ante todo, felicitar a los nuevos campeones de la Europa Leage (antigua Copa de la UEFA, antigua Copa de Ferias), que por mucho que la ganaran a su estilo (es decir, empezar ganando, seguir cagándola durante todo el partido para acabar ganando a lo justo xD) no deja de ser menos merecida.

En fin, el 12 de mayo de 2010 va a ser recordado por mucha gente (colchoneros, principalmente) como el día en el que el Atlético de Madrid volvió a ganar un título europeo después de ganar la Recopa de Europa en la temporada 61/62 o la Copa Intercontinental en 1974, o simplemente un título desde la temporada 1995/96, en la que los famosos Kiko, Simeone, Pantic y compañía ganaron Liga y Copa del Rey. Y que, paradojas del destino, descenderían a Segunda División cuatro años más tarde (en la temporada 1999/2000).

Pero no pretendo hablar de la victoria del Atlético en Europa, que de eso ya se encargarán los periodistas que para eso les pagan. Más bien, pretendo hablar de las posibles consecuencias de la victoria. Ojo, que tampoco quiero decir que tengan que ser malas por decirlo así.

A ver, repasemos un poco cómo le ha ido la temporada al Atlético, mirando un poco también en la temporada pasada.

La temporada pasada, el Atlético empezó (y terminó) con una cantidad de carencias en la plantilla acojonantes. Que sí, que vale, que tenían al Kun Agüero y a Diego Forlán, pero el resto del equipo no es que fuese precisamente "de lujo". Más bien al contrario, y encima con una cantidad de recambios (o escasez de ellos, mejor dicho) que no permitían que algunos jugadores descansaran de partidos para repartir fuerzas y no acabar quemados. Lo gracioso es que Enrique Cerezo, su presidente, lo vendía como un equipazo de órdago (que vale que no le quedaba otra, pero una cosa es vender cosas invendibles, y otra muy distinta vender humo, como era el caso).  Y aun así y todo, acabaron clasificándose para la Liga de Campeones.

Empezó esta temporada, con el Atlético en Champions y las mismas carencias (o más) que el año pasado. Y Enrique Cerezo, fiel a su estilo, vendiendo más humo todavía. Empieza La Liga y el Atlético va dando tumbos y bandazos por todas partes. Gana partidos imposibles (los pocos) y pierde los fáciles (los más), hasta el punto de llegar a Navidad en posiciones de descenso a Segunda División y eliminado de la Champions League habiendo marcado un sólo gol, pero repescado para la Europa League gracias a ese solitario gol.

Sigue La Liga y la Copa del Rey. El Atlético sigue yendo de mal en peor en la primera, pero incomprensiblemente bien en la segunda, en parte gracias a la suerte que va teniendo con las eliminatorias (aunque con el Recreativo de Huelva, equipo de Segunda División, estuvo a punto de caer al pozo). Y en estas andamos cuando el cuerpo directivo del Atlético de Madrid decide cesar al entrenador, Abel Resinos, y fichar a Quique Sanchez Flores (sobrino de Lola Flores y ex-jugador del Real Madrid, como notas aparte xD). Y aquí parece que se obra el milagro.

Quique (Sanchez) Flores coge un equipo completamente desmotivado, que no ve sentido en nada de lo que hace y que, encima, se han creído eso de que son "el Pupas" y de que "son muy malos". Y lo que es peor, con un montón de partidos encima y sin posibilidades de cambio decentes. Vamos, lo que se dice un equipo completamente destrozado. Y sin embargo, gracias a él, el Atlético comienza a ganar partidos. Siguen vivos en la Copa del Rey y, contra pronóstico, continúan más que vivos en la Europa League. Y es aquí cuando se lo empiezan a creer.

Empiezan a creerse que, después de todo, no son TAN malos; que, a pesar de todo, aun pueden pelear por ganar dos títulos esta temporada, cosa que muchos de sus rivales (Real Madrid y Barcelona, por ejemplo) ya no pueden lograr. Así que empiezan a pegar bocados por todas partes.

Y al final, el resultado que tenemos entre las manos. El Atlético campeón de la Europa League, finalista de la Copa del Rey contra el Sevilla (y ahora mismo, con la moral como para comerse al otro equipo) y matemáticamente salvado del descenso, y encima en posiciones medias-altas en la clasificación (ahora mismo va noveno).

Pero esto, prácticamente, ya es historia. Ahora lo que importa es lo que les deparará el año que viene, que eso sí es importante. Más que nada, porque todo esto puede interpretarse de muchísimas maneras. A Enrique Cerezo se lo criticó muchísimo al principio de la temporada precisamente por esa "venta de humo" de la que os he hablado antes, y lejos de reconocerla, siempre se ha reafirmado en que vendía un equipo de calidad. Y ahora, después de ganar, corre el riesgo (más que probable) de creerse sus propias palabras y salir el año que viene en las mismas condiciones que este o incluso peor, sintiéndose justificado porque, a fin de cuentas, han hecho mucho más que equipos como Barça o Madrid, cuando en realidad tendría que reforzarse a pasos acelerados para, como venía siendo hasta hace unos años, ser el tercer equipo de España.


Pd.- Mirando cosillas para refrescarme la memoria de cara a este post, he recordado cosas como, por ejemplo, que el Atlético ganó una liga hace 14 años... y que el Deportivo de la Coruña también ganó otra hace 10... Y me he acordado de cuando la Real Sociedad estuvo a punto de ganar otra contra el Real Madrid, aunque al final ganaron estos últimos en la última jornada... Eso sí eran ligas disputadas, y sí eran de donde salían esos equipos que dominaban Europa, y no la mierda de ligas que tenemos estos últimos años, como esta que acaba este fin de semana...

1 comentarios:

Íñigo Ruiz Torres dijo...

No sabía que fueses tan aficionado al fútbol. La actuación de Diego Forlán en la final me dejó voquiabierto. Es un lujo tener un jugador que sepa competir de esa forma, asumiendo responsabilidades en momentos clave y tirando del carro.

PSDT: Suerte con el nuevo proyecto. Un saludo.