25 de enero de 2011

Versiones y más versiones

Quien esté un poco metido en el mundo del cine, o que por lo menos le guste ir de tanto en cuando a una sala y sentarse a ver una película, se habrá dado cuenta que, desde hace ya cierto tiempo, las adaptaciones de libros/juegos/cómics en películas se están convirtiendo en el pan nuestro de cada día.

Paradógicamente, todas esas fuentes podrían considerarse como frikis, lo que ha hecho que muchos de ellos hayan empezado a aficionarse también al cine al haber visto realizados sus sueños más deseados (bueno, al menos uno de ellos), que es el de ver a sus ídolos de papel/bits/tinta en la gran pantalla y en acción. Aunque también, paradógicamente, muchos de ellos acabaron defraudados debido, sobre todo, a sus altísimas expectativas.

Y desde que empezaron a aparecer películas, llamémoslas, "frikis", muchos de ellos empezaron a hacer montajes de lo que serían sus "versiones ideales". Por poner un ejemplo, desde que Peter Jackson rodó El Señor de los Anillos,  se sucedió un aluvión de "trailers oficiales" que demostraban que se estaba rodando El Hobbit.


Casualmente, todos ellos con el tema central de Requiem for a Dream, con dragones sacados de vaya usted a saber dónde (y que, por supuesto, nunca coincidían en los planos con ninguno de los protagonistas), y con orcos y demás personajes sacados directamente de El Señor de los Anillos.

Y luego ya, están los castings imposibles, que es, a fin de cuentas, de lo que yo iba a hablar aquí. Uno de esos sueños de los que hablaba al principio era que se llevaran al cine las dos grandes sagas de la literatura fantástica/épica, a saber, El Señor de los Anillos y las Crónicas de la Dragonlance. Y al rodarse finalmente la primera, los rumores y castings acerca de la segunda no hicieron más que crecer y crecer.

Y así, hasta encontrarme con este "penúltimo" (porque vendrán más, seguro) casting de una (im)posible versión cinematográfica de la citada saga:


Sobre lo adecuado/inadecuado del mismo, os lo dejo a vosotros, que para gustos, los colores (y para colores, el rojo). Sólo una cosa: reunir a toda esta gente costaría un pastizal. Yo sólo os recuerdo que, actores que fueran realmente famosos (sobre todo entre los principales) en El Señor de los Anillos, había dos o tres. Esto puede que os sirva de guía.

Eso sí, sigo sin ver a Russell Crowe como Caramon por mucho músculo que se le pueda poner.

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