30 de julio de 2014

Tolkien (IV): El Heredero de Isildur

Ayer se celebró el 60 aniversario de la primera publicación de La Comunidad del Anillo, por lo que voy a realizar mi homenaje particular con este post, en el que intentaré explicar por qué Aragorn (II) es heredero de Isildur y por qué, al final de El Retorno del Rey, acaba siendo coronado Rey de Gondor y de Arnor.

Para poder explicar un poco el asunto y poner algo de trasfondo, vamos a retroceder miles de años en la línea temporal de la Tierra Media. A lo largo de toda la Segunda Edad del Sol, los Númenóreanos (los antepasados de los Dúnedain) colonizaron la mayoría de las costas occidentales de la Tierra Media, y al final de esta Edad, antes de la destrucción de Númenór, Elendil y sus hijos huyeron a esas tierras colonizadas, fundando los reinos de Arnor en el norte (que abarca todas las tierras desde los Puertos Grises y las Ered Luin hasta casi las Montañas Nubladas), que fue gobernado por Isildur; y Gondor, que más o menos ya sabemos cómo es y cuánto ocupa, en el sur, y que fue gobernado por Anárion, hermano menor de Isildur. Estos dos reinos, aunque hermanos como sus reyes originales, tuvieron sus historias individuales, así como su forma de gobierno y de hacer política. Por ejemplo, aquellos dentro de la familia real arnoriana que no tenían derecho directo a la corona (hijos segundos de los reyes y sus familias) eran nombrados Capitanes de los Dúnedain, el puesto más alto dentro de la jerarquía militar sin contar con el propio rey.

Anillo de Barahir
Con el paso de los años, ya en la Tercera Edad del Sol, el reino de Arnor desaparece como tal. Primero se escinde en tres reinos independientes, de los cuales el principal fue Arthedain, ya que era donde se encontraba Annuminas, la capital del antiguo reino y donde se encontraban los símbolos del poder del rey (el Cetro de Annuminas y el Anillo de Barahir). El último rey de Arthedain murió en un naufragio sin dejar descendencia directa, por lo que el último de los reinos del norte acabo extinguiéndose debido a una serie de ataques por parte del Rey Brujo de Angmar (el Señor de los Nazgûl). Sin embargo, la familia real sí que seguía estando ahí, en la forma de los Capitanes de los Dúnedain, dinastía a la que pertenece Áragorn y que, en ausencia de un rey y de un heredero directo, todos los derechos a ostentar la corona pasan a ellos. En principio, el derecho al trono es suyo, por supuesto, pero... ¿De qué trono, si su reino ya no existe como tal?

Paralelamente a todo esto, y con unos derroteros similares, en Gondor también se quedaron sin rey. Pero en este caso, debido a sus diferencias políticas, el gobierno y la regencia del reino recae sobre los Senescales Regentes, que debido a la desaparición del último rey de Gondor, juraron [...]esgrimir el bastón de mando y gobierno en nombre del rey, hasta que él vuelva[...]. Es aquí, precisamente, donde entra en juego la línea de los Capitanes de los Dúnedain, ya que, tras la desaparición de ese útlimo rey de Gondor, ellos fueron los primeros que reclamaron su derecho a dicho trono aduciendo "motivos de parentesco", y no era para menos, ya que no hay que olvidar que, por mucho que fueran reinos independientes, los fundadores de ambos reinos eran hermanos.

Tras esto hubo una serie de dimes y diretes, en los que Gondor nunca dio su brazo a torcer. Por mucho que hubiera parentesco entre las familias reales, que lo había, lo último que querían los gondorianos era un rey "extranjero". Lo dicho, por mucho que fueran reinos hermanos, no dejaba de ser otro país, a fin de cuentas. Además, Gondor se negaba esgrimiendo que la línea de sucesión de los Dúnedain provenía de una hija del rey, por lo que ese derecho de sucesión no estaba tan claro. Finalmente, tuvieron que tirar de las leyes sucesorias ancestrales de Númenór que regían en ambos reinos, en los que no se distinguía entre heredero varón o mujer y a lo que, según nos cuenta El Profesor, [...]a esto Gondor no respondió[...]. Por supuesto que no respondió. No podía. Sólo podía aceptarlo o negarlo. Si aceptaban el argumento, le daban automáticamente la corona a los Dúnedain del Norte, cosa que no querían; pero si lo negaban, estaban negando sus leyes ancestrales y, prácticamente, negando las bases de ambos reinos.

Fue en este punto cuando Elrond, el principal mediador del asunto y principal interesado en la integridad de los reinos de los Hombres de la Tierra Media tanto para hacer frente al poder de Sauron como para asegurar la propia supervivencia de ambas razas, recomendó a los Dúnedain del Norte que se mantuvieran ocultos hasta que llegara un momento más propicio, ya que ante el silencio de Gondor, sólo tenían dos alternativas: O bien asumían su derecho real a las bravas, exponiéndose a una guerra civil que acabara terminando definitivamente con ambos reinos o, como hemos dicho que hicieron finalmente, esperaban una oportunidad más apropiada para reclamar sus derecho hereditarios, pasando desapercibidos para no captar la atención de Sauron, que no dejaba de seguirles el rastro para acabar por completo y para siempre con la estirpe de los reyes de Arnor. Y así fue como, quince generaciones de Dúnedain y Montaraces más tarde, Áragorn II pudo ser coronado como Rey de Arnor y de Gondor tras la derrota de Sauron con el nombre de Elessar en el 3021 de la Tercera Edad del Sol. 

Ya para terminar, y como nota curiosa, decir que, al contrario de lo que se ve en las películas, donde se le muestra asustado e incluso llegando casi a renegar de su herencia por la flaqueza de Isildur, Aragorn siempre supo exactamente quién era, llevando su título con orgullo pero con la prudencia exigida en esa época. Sutiles diferencias en el guión.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

En realidad el Arvedui, último Rey de Arthedain, si tuvo un hijo el cual por consejo de Elrond, si no me equivoco, decide ya no reconstruir el reino pero seguirá protegiendo todas esas tierras así como sus descendientes, bajo el título de capitán de los dunedain.