15 de junio de 2010

La Personificación

Para todos aquellos que no lo sepan, la personificación o prosopopeya es, según la RAE, una figura retórica que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o abstractas, acciones y cualidades propias de seres animados, o a los seres irracionales las del hombre. Y en este post, en particular, voy a referirme a la segunda parte.

Atribuir cualidades humanas a seres irracionales. Como por ejemplo, los animales.

¿Y a qué viene todo esto? Pues básicamente, a que el otro día (y quien dice el otro día, dice hace varios meses), llegué a la conclusión de que me gusta cuando una obra se basa principalmente en la personificación antropomórfica (porque si a los animales no les das aspecto humano, además de cualidades humanas, nos sale Los Trotamúsicos, y esa serie ya no me gustaba tanto).

Todo vino por una especie de "iluminación conjunta". Por un lado, y como comenté un día en mi fotolog, me encanta el cómic de Blacksad (de Guarnido y Díaz Canales), una serie de tres libros en la que los animales protagonistas tienen unas pasiones de lo más humanas (y unas maneras y unos métodos mucho más humanos todavía); y por otro lado, que en un ataque de nostalgia, me acordé de varias series de mi infancia, como por ejemplo, Sherlock Holmes, La Vuelta al Mundo de Willy Fog o, algo más alejada de esta estética, pero también dentro de ella, la hispano-nipona La Aldea del Arce (Toei Animation en asociación con TVE, qué tiempos aquellos).

Porque, decidme: ¿Acaso hay ser más astuto que un zorro? Porque Sherlock Holmes era todo un zorro en muchos de los sentidos. ¿O más fiel que un perro? Precisamente, Watson, y siguiendo con la misma serie, es el fiel amigo de Holmes (que, por cierto, debido a esto llegué a decidir que, si algún día tenía un Schnauzer, raza que me encanta, le pondría de nombre "Holmes"). 

Pero si seguimos con las otras series seguimos teniendo más ejemplos. Willy Fog es un león, la viva imagen de la nobleza y el poderío; Rigodón es tan vago y casero como un gato doméstico; todo lo contrario que Tico, que es un ratón, razón por la cual, a pesar de que son muy amigos, siempre está uno incordiando al otro; las panteras siempre han tenido ese aura de seductoras, como seductora presentaban a Romy, la que sería esposa de Willy al final de la serie; y por supuesto, Dix y Bully, los dos policías encargados de perseguir por todo el mundo a Willy Fog, erróneamente confundido, debido a las circunstancias, con un ladrón de bancos... y fíjate tú por donde, ambos son, respectivamente y además de policías, un sabueso English Foxhound y un bulldog inglés.

Y por supuesto, que tanto Moriarty (de Sherlock Holmes), como Transfer (de La Vuelta al Mundo de Willy Fog), como Gretel (de La Aldea del Arce), además de ser malos malísimos, los tres son lobos. Y es bien sabido que no hay animal más ruin y malvado en el reino animal que los lobos (aunque Felix Rodriguez de la Fuente nos enseñara después que nada más lejos de la realidad).

En fin. que me gusta ver las imágenes que nosotros, los humanos, proyectamos de nuestras propias virtudes y defectos en el mundo animal. Muchas veces no hay nada tan didáctico como esto. Y ojo, que muchas veces también, los niños no son los únicos que necesitan aprender este tipo de cosas.

1 comentarios:

María Riccia dijo...

Uf... y qué de lobos hay sueltos por el mundo! Desde luego, hay que aprender de todo aunque pensemos que se nos ha pasado la edad para ciertas cosas. Al fin y al cabo nunca dejamos de aprender y cuanto menos restrinjamos nuestras miras, más aprenderemos.