15 de agosto de 2010

Los apuros de un jamón en las manos de un gitano

Así me sentí yo este viernes.

Resulta que, tras haber cobrado mi primer sueldo de verano, decidí llevar a cabo reformas en mi PC de sobremesa (sí, ese que no había tocado desde hacía cinco años, y que ya empezaba a ser vejete para entonces) y comprarle varias piezas de repuesto. Al final, tras mucho pensar, mirar y comparar, compré una placa base, procesador, memoria RAM, tarjeta gráfica, disco duro y fuente de alimentación. Más de media torre, vamos.

Y este viernes, me llegó todo vía SEUR, tempranito, ya que me llegó por la mañana cuando yo no esperaba el paquete hasta la tarde, por lo que después de comer, me lié la manta a la cabeza y me puse manos a la obra. Estaba tan emocionado como ilusionado, ya que iba a ser la primera vez que montara yo sólo un ordenador (que luego debía funcionar, por supuesto, nada que ver con la única vez que desmonté y volví a montar uno en el módulo superior), y quería que me saliera bien.

Así pues, empecé a sacarlo todo de sus respectivas cajas, cogí el manual de la placa base y, despacito y con buena letra, me puse manos a la obra.

Al principio, todo fue como la seda (menos cuando cogí el disipador del procesador con el pulgar por la parte de la pasta térmica y me pringué medio dedo de mierda gris), hasta que finalmente,y al cabo de aproximadamente una hora y pico, todos los componentes estuvieron conectados a la placa. Llegaba la hora de la verdad, es decir, conectar la fuente de alimentación a la corriente eléctrica y encender el aparato.

Y aquí comenzó el cachondeo.

Enciendo el ordenador, y me pongo a escuchar los pitidos que lance la placa base y que me indicará los posibles errores que haya cometido. Para saber qué errores eran esos, tenía al lado la inestimable ayuda de mi infatigable portátil (aunque el pobre está más anciano cada día que pasa) con una página abierta con los códigos de dichos pitidos.

Bien, pues como decía, enciendo el ordenador. Primer pitido, corto y conciso. En este caso, no necesito mirar el código. Demasiado bien sé que el primer pitido indica que la placa base tiene corriente, lo que quiere decir que está todo bien enchufado. Pero al rato, llega el primer error. Tres pitidos cortos (PIPIPI). Miro el código y me encuentro con lo siguiente:

Error en los primeros 64Kb de la memoria RAM

Mosqueado, busco en más páginas para comparar, y en todas me dice lo mismo. Es más, las había que iban más allá y, directamente, indicaban el motivo del error: la memoria estaba defectuosa o dañada, y había que cambiarla. Debo reconocer que aquí empecé a acojonarme muchísimo, así como a ciscarme en los muertos de la tienda online donde había comprado los componentes. Mientras iba haciendo distintas pruebas, intercambiaba los módulos de memoria de lugar, de posición, ora uno ora otro, yo empezaba a temerme lo peor, ya que siempre recibía por respuesta los mismos tres pitidos del infierno. Tendría que cambiar los módulos de memoria, y eso había que hacerlo vía mensajería, y estábamos a viernes por la tarde, por lo que iba a tener un muerto en mi habitación durante todo un fin de semana.

A estas alturas, mi desesperación era tal, que yo ya había desmontado y vuelto a montar la placa base un par de veces, todas con idéntico resultado. Hasta que, al final, tengo la ocurrencia de conectar el monitor a la salida VGA integrada en la placa base. Para mi sorpresa, veo que aparece un mensaje por pantalla algo parecido a esto:

Error: Missing boot device

Y se me encendió la antorcha (a mi se me encienden antorchas en lugar de bombillas). La placa base, con sus tres pitidos, no me estaba diciendo que la memoria estuviese estropeada, no... me estaba diciendo que no encontraba el sistema operativo. Aquí pasé de defecarme en el proveedor de las piezas, a hacerlo directamente en el fabricante de la placa base, que había reinventado todo el standard de pitidos. Por supuesto que no había sistema operativo, ¿Cómo diantres iba a haberlo si aun no había instalado nada?

Pero bueno, algo más relajado al ver que aparecía una lucecita al final del túnel, busco mi DVD de Windows 7, lo meto en el lector, y procedo con su instalación... o eso pensaba yo.

Porque después de esperar a que el instalador de Windows copiara los archivos a la memoria, cuando me pide el disco duro de destino en el que quiero que me instale el sistema operativo... me encuentro con que no hay disco duro alguno. No me aparece ninguno en la lista. Esta vez, por lo menos, el susto sólo me duró un par de segundos, ya que una duda y una sospecha cruzaron raudas por mi cabeza. Miré dentro de la torre y, efectivamente, el disco duro estaba ahí pero, efectivamente, sin conectar a la placa base. Enfadado conmigo mismo esta vez por semejante despiste, apago la fuente, conecto el disco duro, vuelvo a conectar la fuente, vuelto a encender el ordenador. Y ahora sí, empieza a cargar Windows y me detecta el disco duro. Finalmente lo instalo todo y lo dejo en estado "bajo mínimos".

A esas alturas, eran ya casi las 9.30 de la noche (desde las 6 y pico que me había puesto), y yo estaba cansado y enfadado a partes iguales, con lo que me limito a instalarle el paquete de idioma español y poco más. El resto, iba a tener que esperar.

Pero por lo menos, eso sí, el trabajo estaba hecho y satisfactoriamente finalizado.

La verdad es que, a pesar de todo, he quedado bastante satisfecho conmigo mismo. He conseguido montar bien un ordenador (repito que esto sólo lo había hecho una vez antes, y fue un día que a nuestro profesor en el módulo superior le pareció bien quitarnos el gusanillo de hacerlo, porque según él, era una pérdida de tiempo) y prácticamente a la primera. Además, de que todo este tipo de experiencias siempre te enseñan alguna que otra cosilla.

Ahora lo malo es que, al actualizar Windows 7 se me ha colado la acutalización del WAT... y no sé cómo quitarla sin tener que descargarme chupicientasmil chorradas.

Pero eso, será otra historia.

2 comentarios:

Viana dijo...

Por esas cosas precisamente, es bueno tener un informático en casa xDDDD

Un beso!

Tillocai dijo...

Las epopeyas de conexiones de ordenadores, me encantan.
En cuanto a lo del WAT, mira aquí, a mi me funciono a la perfección
http://www.infomalwares.com/2010/02/15/remove-wat.html